Las herramientas digitales han cambiando de manera importante nuestra vida, permitiéndonos por ejemplo, ser más eficientes y productivos en el trabajo, tener más acceso a información y mantener contacto con seres queridos a distancia.
Sin duda en tiempos de pandemia, estas herramientas han sido de gran utilidad. Gracias a ellas, hemos podido continuar con nuestro trabajo de manera remota, los niños han podido estudiar desde sus hogares y hemos podido mantener contacto con familiares y amigos en tiempos de cuarentena.
Por otra parte, cada día más niños las utilizan como medio de entretención y suele aumentar su uso durante los periodos de vacaciones.
Es importante saber que el uso prolongado de pantallas puede tener riesgos en nuestra salud tanto física como mental y sobretodo en el desarrollo de los niños.
Algunos efectos del uso excesivo de pantallas son:
Fatiga visual causada por un exceso de acomodación de los ojos entre el teclado y la pantalla.
Envejecimiento prematuro de la retina y cristalino producto de la luz azul – violeta de las pantallas.
Dolores de cabeza, fatiga y nauseas en niños que aún están desarrollando su coordinación visual. Esto producto de la tecnología 3D.
Dolores de cabeza y cuello por la postura al ver las pantallas.
Tendinitis y dolores a nivel del codo, muñeca y pulgar por el uso de pantallas.
Afecta a nuestro descanso ya que la luz de las pantallas producen un estado de alerta e nuestro cerebro, dificultando que podamos relajarnos y quedarnos dormidos.
Afecta a la mente del trabajador, tendencia a ser más sedentario, mayor dificultad de desconexión del trabajo, mayor dependencia a los dispositivos, dependencia a consultar mensajes, etc.
En los niños limita su desarrollo cerebral al no favorecer la creatividad e imaginación, niños más propensos a sufrir de déficit atencional, problemas de memoria y puede retrasar el desarrollo del habla.
En niños y adolescentes también se puede afectar negativamente el desarrollo social. No se desarrollan habilidades sociales como leer la mente del otro a través de la mirada, lecturas de claves no verbales, la empatía, además de aislarlos y fomentar contactos sociales más fugaces.
Mayor exposición a los riesgos de la redes sociales como suplantación de identidad, fraudes, ciberacoso, grooming, entre otros.
Favorece el desarrollo de emociones adictivas y también puede llevar a una desconexión con la realidad.
Ahora que vienen las vacaciones y queremos lograr descanso y desconexión, y que los niños están con más tiempo libre, es importante dosificar y utilizar la tecnología de manera correcta. Algunos consejos que nos pueden ayudar son:
Mantener la distancia ojo pantalla, por lo menos un 35cm para teléfonos, 60cm para computadores y 3m para televisores.
Mantener una postura recta de 90 grados para minimizar dolores musculares en cuello y cabeza.
Establecer tiempos de uso de pantallas en los niños según la edad informándose sobre los tiempos apropiados para cada rango etario.
Fomentar hábitos de vida saludable, actividad física, juego, descanso apropiado, horas de desconexión.
Fomentar actividades en familia y al aire libre sin pantallas de por medio.
Recordar que los adultos somos ejemplos para nuestros hijos, nuestras conductas son un modelo para ellos.
Supervisar lo que hacen nuestros hijos en la red y enseñarles a navegar de manera responsable y segura.
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