La adicción al azúcar, ¿es real?
Si lo es, y lamentablemente es un círculo vicioso. Es probable que después de comer un exceso de azúcar (pasteles, galletas, ultraprocesados, entre otros dulces), aparezcan muy prontamente las ganas de seguir consumiéndolos.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando consumimos azúcar en grandes cantidades (azúcar, galletas, queques, dulces, productos de pastelería), aumenta de forma muy rápida la glucosa en sangre (azúcar) y se libera insulina, por lo que también disminuye muy rápidamente (glucosa en sangre), provocando una baja o falta de energía, lo que nos induce a necesitar seguir consumiendo azúcar para compensar esta baja de energía o “bajón.
Por otro lado, al consumir alimentos dulces que contienen azúcar el cerebro libera dopamina (neurotransmisor del placer), por lo que es muy probable que busquemos volver a sentir esa sensación de placer, repitiendo el ciclo.
A lo anterior, si le sumamos la tranquilidad o el placer que nos entrega el azúcar, cuando queremos calmar la ansiedad, podemos concluir que realmente es adictiva.
Por tanto, entre que más azúcar ingerimos, más necesitamos, por lo que la adicción va en aumento, esto también sucede con los endulzantes.
¿Qué hacer?
La clave es y será siempre el equilibrio. Todo en exceso es dañino, por lo que debemos tratar de comer de forma más natural, ser conscientes de las cantidades de azúcar o endulzantes que usamos.
Preferir recetas caseras que podamos endulzar con productos naturales como frutas o utilizar endulzantes o incluso azúcares más naturales o menos procesados, como el azúcar de coco, rubia, panela o alulosa. Esta última es muy recomendable, ya que, si bien es un tipo de azúcar, no se metaboliza en nuestro organismo, por lo que no aporta calorías ni eleva la glicemia en sangre.
Si consumes líquidos con azúcar, es recomendable comenzar disminuyendo la cantidad y mezclar con endulzantes hasta que ya no sea necesario.
Si sientes ansiedad, lo ideal es buscar algún pasatiempo o ejercicio que te guste, para reducir esa ansiedad, aumentar el bienestar y disminuir la ingesta de azúcar.
¿Son buenos los endulzantes? ¿Cómo sé que cantidad utilizar?
Los edulcorantes artificiales para endulzar, no aportan calorías por lo que no afectan en el peso y hasta ahora, no se ha comprobado que influyan en los niveles de glicemia en sangre.
Tienen un gran poder edulcorante, mucho mayor que el azúcar.
Se debe moderar su consumo, ya que al igual que el azúcar, a mayor ingesta, mayor consumo.
Cada uno tiene su ingesta diaria admisible (IDA).
La IDA o ingesta diaria admisible, es la cantidad de endulzante en relación al peso que una persona puede ingerir diariamente sin correr riesgos apreciables para su salud.
La IDA se expresa en mg por kg de peso, como se muestra a continuación.
Se puede apreciar que hay endulzantes como la stevia (glucósidos de esteviol), que tienen un IDA bajo, por ende, más fácil de alcanzar, por lo que hay que cuidar las cantidades.
Niño de 5-6 años que pesa 19 kg. Podría consumir (19 kg x 4mg): 76 mg se stevia por día.
2 yogurt aportarían (37,5 x 2) 75 mg de stevia al día.
Por lo tanto, al consumir yogurt con stevia, podemos ver que es muy fácil alcanzar su IDA máximo. A lo anterior, debemos sumarle cuanto endulzante le agregamos a los líquidos ingeridos diariamente (té, café), jugos en polvo light o mermelada light, barrita de cereal light, entre otros. Por eso, la mejor recomendación, es estar consciente de nuestra alimentación.
¿Qué hacer?
Preferir alimentos lo más natural posible, sin azúcar y sin endulzantes.
Utilizar fruta para endulzar.
Consumir endulzantes con moderación o mezclarlos.
No abusar de ultraprocesados y productos LIGHT.
Vivamos en equilibrio, mantengamos una alimentación más natural, utilizar a veces endulzante (para el café, por ejemplo) y para una receta utilizar puré de plátano, para otra receta utilizar panela en vez de azúcar blanca y así contribuir a cuidar nuestra salud.
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