La crisis que estamos viviendo producto de la pandemia por Covid-19 conlleva algunas consecuencias a nuestra salud mental.
Algunas de las reacciones más comunes son el miedo, preocupación y ansiedad por: el propio estado de salud y la posibilidad de contagiarse, la posibilidad de que enfermen familiares, miedo a ser portador del virus y contagiar a los demás, preocupación por la necesidad de abastecerse, incertidumbre de cuanto durará esta situación, la exigencia de tener que atender a los niños en la casa, hacer las tareas o estudios con ellos, frustración por el cambio en la rutina habitual, preocupación en el tema de trabajo; ya sea por la menor cantidad de tiempo que se le pueda dedicar, por no poder trabajar, por pérdida de ingresos o seguridad laboral.
El ser humano es un ser social, es decir, tiene la necesidad de relacionarse con otros. La cuarentena puede generar soledad y sentimientos de aislamiento por el distanciamiento que se produce entre las personas.
Muchas también pueden tener, sentimientos de depresión, irritabilidad, insomnio y cambios en el apetito.
Algunos consejos para cuidar nuestra salud mental son:
Ser consientes del riesgo al que nos enfrentamos si no tomamos las medidas preventivas que establece el gobierno (como la cuarentena)
Poner atención a las emociones negativas que estamos sintiendo, el comprender su origen facilitará el recuperar un estado emocional positivo.
Mantener una actitud positiva y cierta perspectiva de la situación, pensar que si bien puede durar algún tiempo, es algo transitorio y coyuntural; estos nos ayudará a disminuir los pensamientos catastróficos que generan angustia.
Evitar un estado de hipervigilancia de nuestro estado de salud, de modo de evitar interpretar de manera angustiosa todos los tipos de signos que aparecen en nuestro cuerpo.
Mantener contacto con familiares, amigos, compañeros de trabajo a través de las distintas plataformas de encuentro virtual.
Establecer una nueva rutina que se adapta al espacio físico y realidades de cada familia.
Evitar la sobreinformación y acudir solo a fuentes fidedignas de información. Hacer pausa de las redes sociales.
Mantener actividades de ocio que nos gustan y relajen.
Practicar ejercicios de respiración, relajación o meditación que ayudan a estabilizar el ánimo liberando endorfinas que permiten recuperar la energía y calma (ver más abajo).
Realizar actividad física, alimentarse saludablemente y dormir las horas necesarias para un buen descanso.
En caso de ser necesario, pedir ayuda a profesionales de la salud mental a través de medios virtuales de comunicación.
Ejercicio de Respiración:
Buscar un lugar tranquilo de la casa.
Inhalar lenta y profundamente procurando inflar el abdomen.
Mantener la respiración durante un par de segundos.
Exhalar lentamente concentrándose en la propia respiración o pensando en relajarse.
Repetir unas 4 veces al día.
Meditación mediante ejercicios mentales:
Si bien la meditación no es fácil, algunas variantes sencillas pueden ayudar para comenzar a practicarla:
Elegir un espacio cómodo y libre de distracciones. Ponerse cómodos, puede ser sentados o tumbados.
Empezar a respirar lenta y profundamente poniendo atención en la respiración y el aire que entra y sale de los pulmones.
Cerrar los ojos y dejar que los pensamientos fluyan pero sin detenerse en ninguno de ellos y solo focalizando la atención en la respiración.
Centrarse en un elemento concreto, puede ser una palabra y la repetimos una y otra vez sin importar en el significado de la palabra, lo importante es la repetición.
Intentar meditar unos 20 minutos diarios para comenzar.
Relajación:
Cuando uno está estresado, los músculos se tensan. Para relajarnos debemos aflojar los músculos.
Tendido en el suelo o sentado en una silla cómoda se comienzan a contraer contando hasta 5 los distintos músculos del cuerpo y luego se relajan.
Tobillos y piernas y glúteos: flexionar dedos del pie hacia atrás, mantenga por 5 segundos y luego relajar. Repetir con el otro pie. Pisar fuerte el suelo con el pie, mantener y luego soltar. Repetir con el otro pie. Tensar los glúteos, mantener y soltar.
Antebrazos, manos y bíceps: tensar el antebrazo y las manos; mantener y soltar. Repetir con el otro brazo. Luego tensar los bíceps, mantener y soltar. Repetir con el otro brazo.
Estómago y pecho: Tensar el estómago, mantener y soltar. Tomar aire tan fuerte como se pueda, mantener el aire y luego botar.
Espalda y cuello: arquear la espalda, mantener y soltar. Bajar la barbilla al pecho, mantener y soltar.
Cara, mandíbula y lengua: presionar la mandíbula, mantener y soltar. Arrugar toda la cara, mantener y soltar. Presionar la lengua al paladar, mantener y soltar.