Cada vez son más comunes las alergias alimentarias en recién nacidos y en niños, éstas han aumentado significativamente con el paso del tiempo a nivel mundial debido a que ha cambiado la manera de reaccionar de nuestro sistema digestivo y su respuesta inmunológica a los estímulos del medio. Esta respuesta inmunológica dejó de estar atenta a las antiguas enfermedades que atacaban al sistema digestivo como las diarreas o infecciones en general, ya que estas fueron desapareciendo y evitándose, dando paso a nuevas reacciones inmunológicas, como las alergias alimentarias a las primeras proteínas introducidas en la alimentación del recién nacido como lo son la proteína de la leche de vaca y sus derivados.
Por otro lado, junto con este aumento de alergias alimentarias, paralelamente se ha ido acrecentando el sobrediagnóstico. Los sobrediagnósticos se realizan por sintomatologías que pueden ser funcionales o normales, sobre todo en recién nacidos hasta los 6 meses como, cólicos, regurgitación, implicando la supresión de variados alimentos lo que no sería conveniente a la edad del recién nacido o niño si no tuviese realmente alergia alimentaria.
¿Cuál sería el pronóstico para una alergia alimentaria a la proteína de la leche de vaca?
La alergia alimentaria a la proteína de la leche de vaca es la más común en nuestro país ya que es la primera proteína que se incluye en la alimentación de un recién nacido o también a la leche de arroz o de soya dependiendo de los hábitos locales de cada país, el pronóstico es que la mayoría de éstos (60%) con 1 año de vida ya han solucionado la alergia alimentaria a la proteína de leche, durando máximo hasta los 3 años de vida en el porcentaje restante.
¿Cuales serían los síntomas de una alergia alimentaria?
Son muy variables desde los primeros días.
Antes de los 4 meses de vida del recién nacido: se considera normal o fisiológico la distención abdominal, meteorismo, cólicos, regurgitación, vómitos, diarrea, ya que el aparato digestivo no está tan maduro para procesar algunos componentes de la leche materna como la grasa y lactosa. Estos síntomas desaparecen entre los 3 a 4 primeros meses de vida del recién nacido. Si esto no sucede y los síntomas se ven aumentados, puede ser alergia a la proteína de leche de vaca.
Los niños recién nacidos o prematuros o con bajo peso pueden padecer de ulceras por estrés en el parto y tener deposiciones con sangre que pueden confundirse con alergia a la proteína de leche de vaca. También se puede dar este caso en madres que amamanten con pezones rotos.
Las alergias alimentarias no tienen grados, pero sí tienen diferentes sintomatologías entre estas. Unas son mediadas por IGE y otras por inmunidad celular, sin embargo, todas son mediadas por las reacciones del sistema inmunológico por eso son llamadas alergias.
Las mediadas por IGE: son catalogadas como severas o graves, son de sintomatología rápida, existe compromiso de la piel, pueden llegar a reacciones anafilácticas o verse el sistema respiratorio comprometido.
Las mediadas por inmunidad celular: son lentas o tardías, las deposiciones son con moco separado de la deposición, también pueden aparecer pintas de sangre o hemorragia o sólo pueden presentar cólicos, vómitos y diarrea. Puede existir compromiso de la piel, pero reacciones leves como rash cutáneo o dermatitis atópica.
¿Existe la alergia alimentaria a la leche de vaca producida por la leche materna?
Sí, existe, ya que la leche de vaca y sus derivados que consume la madre se traspasan al recién nacido a través de la lactancia materna.
Tratamiento: jamás suspender la leche materna, la supresión de alimentos se hace en la alimentación de la madre, en este caso se suspende la leche de vaca y todos sus derivados como todo producto que contenga leche entera, evaporada, condensada, descremada, semidescremada, leche en polvo, leche tratada con lactobacillus, acidobacilus o lactasa, mantequilla, margarina con leche y cualquier producto confeccionado con ellas: pies, kuchen, pasteles, muffins etc. bebidas que contengan caseinato de calcio, o caseinato de sodio, todos los quesos, crema de leche, dulce de leche (manjar), suero de leche, polvo de suero, cuajo (usado en quesillo), lactoalbúmina, lactoglobulina (leer cuidadosamente las etiquetas), crema ácida, chocolate caliente y toda leche con chocolate, cereales para el desayuno que contengan leche de vaca, helados de leche de vaca, sucedáneos de leche de vaca, para que deje de pasar a través de la leche materna.
Lo que puede durar más tiempo, aproximadamente 1 mes después de sacada la leche de vaca de la madre es la sangre en las deposiciones, por lo que no se debe pensar en ese período de tiempo suprimir otros alimentos diferentes a la leche de vaca y sus derivados en la madre.
Los niños con alergia alimentaria diagnosticada previamente a que inicie la alimentación complementaria a los 6 meses de vida pueden comer de manera normal los alimentos que cualquier niño necesita a esa edad, la diferencia es que se deben ir introduciendo paulatinamente, para ver si se produce una respuesta inmunológica.
Probióticos:
No existe evidencia de uno específico que cure las alergias alimentarias, pero si está comprobado que regeneran la mucosa intestinal dañada.
Estos son específicos, existiendo dos tipos:
Lactobacillus rhamnosus gg y lactobacillus reuteri protectic se pueden consumir siempre sin contraindicaciones, pero es ideal que se incorporen hasta que se estabilicen los síntomas de la alergia alimentaria.
El feto comienza a tener contacto con la alimentación de la madre y respuesta inmunológica apenas se forma la placenta, por lo que sí se recomiendan y se pueden consumir probióticos por parte de la madre en el embarazo, no específicamente para prevenir alergias alimentarias, pero sí para cuidar la mucosa intestinal.
Fórmulas:
Fórmulas lácteas de proteínas parcialmente hidrolizadas: no se usan en alergias alimentarias y no son recomendables para este tipo de tratamiento.
Fórmulas lácteas extensamente hidrolizadas: sí se usan para tratar alergias alimentarias, sin embargo, hay un porcentaje menor de niños que no responde bien al tratamiento, por padecer alergia alimentaria severa, en este caso se recomienda las fórmulas de aminoácidos libres. El consumo de estas fórmulas debe ser consultada anteriormente por un especialista.
Las alergias alimentarias no generan daños permanentes en los órganos del sistema digestivo, por lo que es reversible cualquier daño que causen y cesan todos los síntomas cuando estas desaparecen. Por lo que se debe tomar las precauciones necesarias para que sean diagnosticadas correctamente y una vez que se padecen, existen soluciones y alternativas para su tratamiento.