top of page
Nutricionista Natalia Rossel

Nutrición materna durante la lactancia.

La lactancia materna es el mejor comienzo en la vida de un recién nacido, esta además de ser el alimento más adecuado y natural para el bebé durante los primeros meses de vida, se adapta a las necesidades de este, modificándose para entregarle todos los nutrientes en cantidad y calidad que el bebe necesita según su condición. Por otro lado no sólo es entregarle nutrición adecuada al recién nacido si no que también es dar amor, seguridad, placer y compañía.

La nutrición de la madre durante la lactancia materna, cambia un poco con relación a la nutrición requerida en la gestación, éstos requerimientos son mayores que en la etapa del embarazo. Esto se debe al traspaso de variados macro y micronutrientes al recién nacido y al costo metabólico de sintetizar leche.

La necesidad adicional de energía para una nodriza con estado nutricional normal es de 500 kcal. y de 15 g diarios de proteínas, en el caso de sobrepeso u obesidad se recomienda no adicionar kcal. a su requerimiento diario.

La mayoría de las vitaminas y los minerales en esta etapa se encuentran aumentados entre 25 a 50% lo que significa que, más que aumentar el volumen de alimentos a ingerir, se requiere de una selección adecuada de ellos

Uno de los nutrientes críticos o la mayoría de las veces en déficit o carencia en la dieta de las embarazadas y nodrizas de nuestro país es el ácido decosahexaenoico (DHA), ácido graso poliinsaturado u omega-3, que es esencial para el desarrollo del cerebro y la visión en las primeras etapas de la vida.

Por lo que es fundamental el consumo de pescados especialmente grasos como jurel, salmón, sardinas y atún. Estudios han demostrado que el consumo de sólo ½ tarro de jurel en conserva durante 2 días en la semana aumenta el contenido de DHA en la leche materna.

Además la leche “Purita Mamá”, producto incorporado en el 2008 al Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC) fue especialmente formulado considerando las necesidades específicas de la embarazada y nodriza. Su ingesta diaria, asegura un aporte significativo de DHA, además aporta casi el doble de calcio y la mitad de la grasa que la leche entera en polvo, y entrega una fracción importante de las vitaminas y minerales para las madres en esta etapa.

En relación a la ingesta de líquidos en la madre que amamanta, no hay evidencias de una relación directa entre la ingesta de líquido y la lactancia y se recomienda que la madre consuma la cantidad de líquido que espontáneamente desee. Un consumo habitual puede fluctuar alrededor de 1,5 a 2,0 litros diarios los que pueden ser aportados a través de la ingesta de leche con bajo contenido de grasas, jugos de fruta naturales, infusiones o simplemente agua.

Otras recomendaciones para la nutrición materna durante la lactancia:

1- Consumir 3 veces en el día productos lácteos como leche, yogur, quesillo o queso fresco de preferencia semidescremados o descremados.

En la edad adulta el calcio es necesario para mantener una adecuada mineralización del esqueleto. En el caso de las mujeres embarazadas y madres lactantes los requerimientos de calcio son mayores (1200 mg/día). Se recomienda aumentar el consumo a 4 porciones diarias de leche o derivados enriquecidos con calcio, sólo o en otras preparaciones culinarias.

2- Comer al menos 2 platos de verduras y 3 frutas de distintos colores cada día

Los vegetales y las frutas son alimentos fundamentales en una alimentación saludable, proporcionan vitaminas, minerales y fibra dietética.

3- Comer porotos, garbanzos, lentejas o arvejas al menos 2 veces por semana, en reemplazo de la carne.

Las legumbres aportan fibra, carbohidratos complejos y ácido fólico. Un consumo adecuado de folatos en el primer mes de gestación tiene un efecto protector de los defectos congénitos del tubo neural del niño (DTN).

4- Comer pescado, mínimo 2 veces por semana, cocido al horno, al vapor o a la plancha.

5- Preferir alimentos con menor contenido de grasas saturadas y colesterol.

Una forma práctica de disminuir el consumo de grasas saturadas es limitando la ingesta de alimentos procesados como salchichas, paté y embutidos en general como también las frituras

6- Reducir y en lo posible eliminar el consumo habitual de azúcar y sal.

7- Preferir el consumo de alimentos sin mensajes de advertencia (sellos).

Mitos de alimentación durante la lactancia:

  • Mientras más agua tome, más leche produciré: no existe relación entre mayor ingesta de agua y mayor producción de leche. Lo más importante es el acople correcto y el vaciamiento frecuente del pecho.

  • No debo comer ajo ya que cambia el sabor de la leche: la leche materna sí cambia de sabor con las comidas, lo cual es positivo ya que le entrega una experiencia sensorial distinta al niño o niña, y ayuda a que acepte mejor nuevos alimentos cuando inicie la alimentación complementaria.

  • Debo evitar legumbres y verduras que pueden ser flatulentos para evitar cólicos en mi hijo: los alimentos que pueden ser molestos para la madre no necesariamente lo son para el niño, y muchos, tales como las legumbres, tienen un alto valor nutritivo, por lo que se recomiendan incluir en la dieta.

  • Debo evitar edulcorantes: la sucralosa y stevia tienen evidencia que permite su uso seguro durante la lactancia. Sin embargo es aconsejable comer alimentos no endulzados ni azucarados, por hábitos de vida saludables.

La lactancia materna disminuye la morbimortalidad infantil de manera muy significativa y el riesgo de enfermedades crónicas y oncológicas tanto en la madre como en el niño/a a lo largo de su vida. Reduce los costos económicos y sociales asociados a la enfermedad y muerte. Cuida al planeta y disminuye la huella de carbono. Hace que la madre y el niño/a se sientan únicos y valiosos.

Artículos

bottom of page