Mientras nuestro hígado funcione bien, viviremos con más de 500 funciones vitales funcionando correctamente, el hígado es lo más parecido a una fábrica, éste almacena los nutrientes provenientes de nuestra alimentación y los distribuye a nuestro organismo según sean las necesidades de éste.
Nos desintoxica, regulando los niveles químicos de sustancias en la sangre a través de la secreción de bilis, que es indispensable para la absorción de las grasas, la síntesis de proteínas y la regulación del metabolismo hormonal y la inmunidad. Descompone sustancias como los medicamentos, alcohol y otras drogas. Por lo tanto si nuestro hígado no funciona bien como sería en el caso de contraer hepatitis, podríamos llegar hasta morir.
La hepatitis es una inflamación del hígado. Esta enfermedad puede desencadenar hacia una fibrosis, cirrosis o hasta un cáncer de hígado. La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados.
Factores de Riesgo:
Consumir o tomar alimentos o agua que han sido contaminados por heces que contienen el virus de la hepatitis.
Alimentos crudos o mal cocidos y los que no poseen una refrigeración adecuada, por ejemplo: carnes, pollo, pavo, carne molida mal cocida, leche sin pasteurizar, quesos, embutidos, salchichas, productos vegetales o frutas sin un correcto lavado, ingesta de huevos crudos o mal cocidos, mariscos y pescados crudos, agua o hielo contaminado.
Consumir alimentos manipulados por una persona con el virus que no se lavo bien las manos, por ejemplo, después de ir al baño.
Prevención:
Evitar el consumo de alimentos en lugares sin registro sanitario, puestos de comida no autorizados y personas independientes sin hábitos higiénicos adecuados que venden alimentos.
Buena manipulación, conservación (refrigeración) y cocción de los alimentos.
Lavado de manos específicamente antes y después de preparar alimentos y en general
Lávate las manos con frecuencia y cuidadosamente, después de ir al baño o cambiar un pañal.
Lavado correcto y frecuente (sin acumulaciones) de utensilios y superficies de cocina.
Lavar todas las frutas y vegetales frescos tú mismo.
Si vas a viajar al extranjero se deben tomar medidas de prevención para no contraer hepatitis como:
Toma agua embotellada y úsala para cepillarte los dientes.
No consumas ninguna bebida cuya pureza desconozcas, ya sea con o sin hielo.
Si no consigues agua embotellada, hierve el agua de la llave antes de tomarla.
En el caso de contraer Hepatitis, nuestro hígado se encontrará enfermo no pudiendo realizar sus funciones correctamente, por lo que una de las maneras más importantes de cuidarlo es con nuestra nutrición.
Recomendaciones:
Eliminar el consumo de alcohol, éste debiese ser totalmente restringido, ya que sería un tóxico para el hígado que no podría descomponer en forma correcta, acelerando la progresión de la enfermedad hepática.
No saltarse comidas, realizar las 5 comidas cada día (desayuno, colación, almuerzo, colación y cena) y evitar períodos de ayuno.
Mantener un peso adecuado.
Beber abundante agua (6 a 8 vasos diarios) y evitar bebidas gaseosas.
Limitar el consumo de azúcar
Moderar el consumo de sal
Consume alimentos bajos en grasa y colesterol ya que con estos estaríamos comprometiendo a nuestro hígado por provocar depósitos de grasa en éste. Por otro lado aumentar nuestro consumo de fibra y grasas saludables nos ayudaría a reconstruir lo dañado.
Consumir 3 frutas diarias, prefiriendo las frutas con pepas y cáscara comestible y frutas ácidas: kiwi, durazno, damasco, higos, naranja, pera, tunas, uva.
Consumir diariamente mínimo 2 porciones abundantes de ensalada, prefiriendo: acelga, zapallo italiano, apio, espinaca y pepino.
Preferir los alimentos integrales como por ejemplo: pan, arroz y cereales integrales.
Reemplazar las carnes por legumbres mezcladas con cereal (porotos con tallarines, lentejas con arroz, etc.) en cantidad moderada, 1 a 3 veces/semana.
Alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3: pescados grasos (jurel, sardina, atún, salmón, trucha).
Alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados: palta, aceite de oliva, aceitunas y frutos secos.
En las carnes preferir aquellas con menor contenido graso: pollo (sin piel), pavo, pescado.
Evitar las frituras y alimentos salteados en aceite. Usar aceites para aliñar y agregar al momento de servir.
El hígado es uno de los órganos más importantes de nuestro organismo. Un hígado dañado no puede cumplir correctamente con muchas de las funciones vitales que necesita nuestro cuerpo. Por esto, una buena alimentación junto con estilos de vida saludables pueden ayudar a una mejora en el funcionamiento del hígado.